domingo, 24 de abril de 2011

SÁBADO SANTO EN ARROYO DE LAS FRAGUAS (GUADALAJARA)


Ayer estuve con Raquel en su pueblo, Arroyo de las Fraguas. No solemos ir con frecuencia, pero cuando aparecemos por allí somos bien recibidos por familia y vecinos.

Después de una Semana Santa pasada por agua y granizo, el tiempo concedió una tregua al pueblo –quién sabe si en honor a nuestra visita– y pudimos disfrutar de un día excelente.

Antes y después de comer estuvimos de visita viendo a familiares de Raquel, tomando torrijas por doquier (cinco en un día no está mal) y ya por la tarde nos fuimos a caminar con sus padres por los prados que tantas veces ellos transitaron. El paisaje precioso, el verde de los campos y el agua de los arroyos se mezclaba con las montañas que rodean al pueblo: la sierra del Alto Rey, la sierra del Robledal y la sierra Gorda.

Una pena que no me llevé la cámara para el paseo, porque podía haber sacado buenas fotografías. Otro día estaré más atento y veréis que no exagero. A cambio, os muestro una foto de hace un año y medio.
Otoño en Arroyo de las Fraguas
A la vuelta, nos acercamos al pantano de Alcorlo. A Raquel siempre le gusta ir cuando volvemos a casa, para ver si está lleno, vacío, o simplemente sigue ahí. Yo siempre me niego al principio poniendo distintas excusas, pero al final cedo porque sé que a ella le hace feliz y le trae buenos recuerdos de su infancia, y porque allí hace muchos años vivió parte de mi familia. Ésta es la foto que saqué (si pincháis en ella podéis verla con más detalle).
Vista Panorámica del Pantano de Alcorlo

viernes, 8 de abril de 2011

MARISTAS CHAMPAGNAT (BALONCESTO Y ALGO MÁS)

Esta entrada puede considerarse una continuación de la anterior. Recordar aquellos años de baloncesto en los Maristas me ha llevado a buscar material de la época y comparto con vosotros las fotos de los equipos campeones de las ligas de baloncesto de Guadalajara, alevín (1989-1990) e infantil (1991-1992).

En esta foto alguno de vosotros puede ver caras que le resulten familiares, además de la mía. Está hecha por el padre de Iván Tabernero en los patios del Colegio Maristas Champagnat de Guadalajara, concretamente en la pista de minibasket al lado de las aulas de preescolar. Nuestro técnico era Luis, muy buen entrenador y mejor persona, siempre de buen humor; de él aprendí mucho de baloncesto y de cómo comportarse en la vida.
Equipo de Maristas Minibasket Alevín 1989-1990

La segunda es mítica, con Carlés y Ángel Morales de entrenadores, en el Polideportivo San José. Como podéis ver, las gradas están repletas para vernos. En ésta también tenemos a Eduardo Losa con el número 8 en plan estelar.
Equipo de Maristas Basket Infantil 1991-1992
Por último, para dar una pincelada de actualidad al artículo, incluyo una foto que hice la semana pasada del colegio donde pasé una época inolvidable de mi vida.
Colegio Maristas Champagnat. Abril de 2011, Guadalajara
"El niño conoce el corazón del hombre" Edgar Allan Poe (1809 – 1849).

domingo, 3 de abril de 2011

RAYET GUADALAJARA - KNET LA RIOJA

El viernes 25 de marzo, gracias a las entradas que nos regaló Maribel, mi amigo Eduardo Losa y yo fuimos al polideportivo municipal David Santamaría a presenciar el partido correspondiente a la Liga Adecco LEB Plata, disputado entre el Rayet Guadalajara y el líder de la competición, el Knet La Rioja. El resultado final fue de 81-91 para los visitantes.


Tanto en la grada como en el parquet nos encontramos con viejos amigos que hacía tiempo que no veíamos.  Por ello, desde el comienzo, tuve la sensación de estar en casa, como si no hubiera pasado el tiempo, y reviví aquella época en la que íbamos a ver buen baloncesto al polideportivo San José.
Arigbon intentando taponar el tiro de Swanston
Estuve recordando con Edu aquellos maravillosos años en los que jugábamos al baloncesto en los Maristas, de cuando ganamos dos ligas de Guadalajara (temporadas 89-90 y 91-92) y nuestros viajes por Castilla La Mancha como campeones de nuestra ciudad; de lo malos que éramos y la ilusión que derrochábamos, y muchas más anécdotas de nuestra infancia.

En cuanto al partido, desde el principio vimos que no iba a tener mucha historia, con una salida en tromba del equipo visitante que ejerció su condición de líder, y con un Rayet  que tenía más ganas que acierto y que fue a remolque durante todo el partido. Al final del tercer cuarto se acercó en el marcador a cinco puntos con un gran Smith, pero  el equipo riojano era muy superior y solventó el momento con canastas fáciles por medio de Mesa y  de Sidao, un exjugador del Rayet que asustaba por su gran potencial físico, tipo armario empotrado.
Sidao y Sergio Fernández en plena lucha
Jugó en el segundo cuarto Rubén Íñigo, que sigue resistiendo como integrante de la plantilla alcarreña y que no participó demasiados minutos; no lo recuerdo bien, pero creo que jugué contra él hace la friolera de quince años, cuando él estaba en las categorías inferiores del Guadalajara y yo en un equipo de amiguetes que se llamaba Elefer. Es un buen jugador y buena gente y le dedico la siguiente fotografía en la que está lanzando un triple (por cierto, algo les pasa al entrenador, al de la mesa, al nº4 Smith y al de la silla de detrás que se han quedado con la boca abierta).
Rubén Íñigo lanzando a canasta
Cuando acabó el partido salimos con la sensación de haber disfrutado de un buen partido de basket y con los recuerdos renovados de nuestras gestas deportivas. Después, nos dirigimos a cenar a casa de Mati, pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.