Aunque el blog gira en torno a fotos hechas en Guadalajara, sabéis que a veces hago excepciones y ésta es una de ellas. Ahí van unas capturas del concierto de ayer de la banda británica DEPECHE MODE en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
Espero que os gusten las fotos y la crónica, que la ha escrito Raquel.
Era la última actuación del grupo en España, dentro del "Delta Machine Tour". Lleno absoluto, al igual que la noche anterior, y entradas agotadas (las nuestras las cogimos nada más ponerse a la venta, meses atrás); la reventa echaba humo en las afueras del recinto.
Tras el discreto telonero (Feathers), la música electro-pop ambientaba el recinto y calentaba motores, haciendo más llevadera la espera hacia el preludio de lo que se intuía una gran noche para todos los allí presentes.
Y llegó el momento. Las luces se apagaron y el escenario, sencillo pero efectista, empezó a iluminarse, tenuamente. Varias siluetas aparecieron de uno de los laterales, ocupando religiosamente sus puestos, casi en la penumbra, y finalmente, iluminado por un haz de luz, Mr. Gahan, con los brazos en alto, saludando al público, y girando sobre sí mismo (marca de la casa), acompañado por los primeros acordes de "Welcome to my world".
Con su característica voz nasal, su arrolladora personalidad, carisma incuestionable y arrogancia de dios terrenal, el ángel caído iba desgranando, a la par que despojándose de sus vestiduras (marca de la casa, igualmente), en un engranaje perfecto, y con la inestimable aportación vocal de Gore (artífice principal de las composiciones) en los temas más lentos o trabajados en acústico para la ocasión, el repertorio de canciones, preestablecido, fórmula infalible, sin cabida a la improvisación, pero igualmente de efectivo y que no deja de gustar al público, vibrante, alternando temas de sus discos más recientes con los de su época dorada: "Black Celebration", "Policy of Truth", "Behind the wheel", "Shake the disease" (Gore), "Enjoy the Silence" (gran sonido), "Personal Jesus" (la apoteosis), "Never let me down again"...el broche final a una noche perfecta.
Espero que os gusten las fotos y la crónica, que la ha escrito Raquel.
Era la última actuación del grupo en España, dentro del "Delta Machine Tour". Lleno absoluto, al igual que la noche anterior, y entradas agotadas (las nuestras las cogimos nada más ponerse a la venta, meses atrás); la reventa echaba humo en las afueras del recinto.
Tras el discreto telonero (Feathers), la música electro-pop ambientaba el recinto y calentaba motores, haciendo más llevadera la espera hacia el preludio de lo que se intuía una gran noche para todos los allí presentes.
Y llegó el momento. Las luces se apagaron y el escenario, sencillo pero efectista, empezó a iluminarse, tenuamente. Varias siluetas aparecieron de uno de los laterales, ocupando religiosamente sus puestos, casi en la penumbra, y finalmente, iluminado por un haz de luz, Mr. Gahan, con los brazos en alto, saludando al público, y girando sobre sí mismo (marca de la casa), acompañado por los primeros acordes de "Welcome to my world".
Con su característica voz nasal, su arrolladora personalidad, carisma incuestionable y arrogancia de dios terrenal, el ángel caído iba desgranando, a la par que despojándose de sus vestiduras (marca de la casa, igualmente), en un engranaje perfecto, y con la inestimable aportación vocal de Gore (artífice principal de las composiciones) en los temas más lentos o trabajados en acústico para la ocasión, el repertorio de canciones, preestablecido, fórmula infalible, sin cabida a la improvisación, pero igualmente de efectivo y que no deja de gustar al público, vibrante, alternando temas de sus discos más recientes con los de su época dorada: "Black Celebration", "Policy of Truth", "Behind the wheel", "Shake the disease" (Gore), "Enjoy the Silence" (gran sonido), "Personal Jesus" (la apoteosis), "Never let me down again"...el broche final a una noche perfecta.
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